Microsoft confirmó la compra de RiskIQ, una emergente empresa de ciberseguridad creada en 2009, por la que podría estar pagando más de 500 millones de dólares, según se especula.
RiskIQ, con sede en San Francisco, EE.UU., permite a sus clientes evaluar la seguridad de su superficie de ataque, ya sea en servicios en la nube de Microsoft (Azure), Amazon (AWS) o en su cadena de suministro, lo que les permitiría identificar y remediar sus activos vulnerables antes de que algún atacante halle la forma de capitalizar esas debilidades, escribió Eric Doerr, vicepresidente de seguridad en la nube de Microsoft, en una publicación en su blog.
Si bien el gigante tecnológico no ha detallado cómo implementará el software a nivel de sus servicios, se espera que los beneficios lleguen a Microsoft 365 Defender, Microsoft Azure Defender y Microsoft Azure Sentinel, ya que recientemente ha tenido que lidiar con problemas de seguridad, incluidas las vulnerabilidades de las versiones de su software de calendario y correo electrónico Exchange Server.